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Yo sé cuando estoy triste o enfadado o cuando tengo miedo, son emociones que creo sabría reconocer, pero ahora no es eso, es algo diferente y nuevo ¿será que tengo ansiedad?

Estoy tenso, como en estado de alerta todo el día, salto a la mínima cuando me dicen algo, tal vez más irritable de lo normal. Me cuesta dormir, no paro de darle vueltas a temas que me preocupan, y además sin encontrar demasiada solución.

Me han vuelto los dolores de cabeza, y de estómago … y esas contracturas típicas que ya me las conozco de otras veces. También algunas pinchazos en la zona del corazón que me dan miedo. Tengo más olvidos, me cuesta retener lo que me cuentan o lo que leo. Pienso a menudo:

¿Y si le ha sentado mal lo que le he dicho?

¿Y si le ha pasado algo y por eso llega tarde?

¿Y si este dolor que tengo es algo malo?

¿Y si no he cerrado la puerta con llave?

Cuántos “y si …” Pues sí, será que esto es ansiedad. Temo ir solo a los sitios porque puede aparecer en cualquier momento del día, de manera imprevisible, sin avisar, incluso cuando estoy tranquilo o durmiendo. Es difícil relacionarlo con algo, pero se pasa mal y ya no puedo más. Tengo que hacer algo.


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04/02/2017 Actualidad

A veces a los psicólogos nos preguntan: ¿Todo el mundo debería ir a un psicólogo? Por supuesto que no!, digo yo .. y añado: todo aquel que lo necesite, y que quiera!

Y aparece ya la acción de querer, es decir, la voluntad. ¿Querer qué?

Pues si no estamos bien, querer hacer algo para que la vida nos vaya mejor, querer que aquel malestar repetido, que de vez en cuando nos vuelve como algo conocido, deje de venir.

Querer saber cuáles son los hilos inconscientes que hacen que no podamos cambiar aquellas cosas que no acaban de ir como uno quisiera, cosas que incluso uno puede imaginarse de dónde vienen y porque, pero por mucho que lo hemos intentado no hay manera de resolverlo y de hacer que sean diferentes.

Querer cambiar este sentimiento de tristeza, de angustia, apatía, enfado, de sufrimiento … por otro de satisfacción, plenitud, tranquilidad, alegría ..

Y querer que esta vida, la que tenemos, sea una buena vida, la mejor vida que uno pueda tener.


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Esto es lo que hace un niño de 5 años, ante la demanda de un dibujo-regalo para un ser querido que ha perdido a su padre.

Le habla del ciclo de la vida.

El sol (padre-sol) y el agua (lluvia-lágrimas), la energía primaria para la vida que da lugar al Arco Iris, con todo su esplendor y belleza. Crecen las flores, que darán de comer a las abejas para que transporten el polen a otros lugares, donde aparecerán más flores, asegurando la continuidad. Las mariposas que representan la alegría, la belleza, también la fragilidad … así como el símbolo de la metamorfosis y la potencialidad del ser humano, por su cambio de oruga a mariposa, la transformación.

El árbol bien arraigado en el suelo, fuerte, seguro, con todas las raíces (la historia vivida, el pasado) sujetando y sosteniendo todo el cuerpo del árbol. Un árbol frutal, lleno de frutos que dan de comer a pájaros, insectos, y al caer se convierten en abono, asegurando una tierra fértil.

Y termina escribiendo, con toda la sabiduría extraordinaria y efímera de los niños … “Bueno, así es la vida”.

Esforzarnos en conectar con el niño que todos llevamos dentro, seguro que nos ayudará a entender y sobreponernos de los enigmas difíciles que nos pone la vida.

Todo un regalo, Gracias Alex


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En muchos artículos y posts de psicología leemos a menudo sobre el duelo. El duelo como un proceso, un trabajo, sus fases, duelos por pérdidas de seres queridos, separaciones de parejas, migraciones a otros países, las etapas de la vida, incluso de la propia salud.. Pero nada se puede escribir junto al duelo por la muerte de un hijo.

Así como llamamos viudos, a los que pierden la pareja, huérfanos, a los que pierden los padres … ¿Como llamamos a los padres que pierden un hijo? no tiene nombre, lo que es inmombrable.

Algo se ha acabado. Ya no habrá más partidas. Debemos recoger y cambiar de juego, cambiar de vida .. Todo es diferente. Incorporar la pérdida ¿pero a dónde? ¿Donde la tenemos que poner? Parece que aquella vida no tiene existencia sin él.

Cerramos la paradeta y nos vamos juntos hacia otro camino, empezar otra historia y construirla de nuevo… qué pereza, qué pena, ¡qué rabia! Pero debemos hacerlo, no queda otra, porque queremos vivir ¡y tanto que queremos vivir! Pero otra vida, aquella no, aquella parece que no pueda ser, falta alguien esencial, y sin la esencia nada tiene continuidad.

¿Y cómo se hace? No hace falta irse a la otra punta del mundo, ni convertirnos en algo postizo. Pero hay que observarnos, bien atentos a los cambios que se darán dentro de nosotros, y aceptarnos como diferentes, un antes y un después. Y desde esta diferencia empezar a construir una historia nueva, relaciones que ya estaban pero ahora cambian, otras nuevas, ya se verá .. Como todas las vidas, que vamos haciendo, dispuestos siempre a dejarnos sorprender.

Los duelos no se curan, no se tratan, porque no son ninguna enfermedad ni nada patológico. El duelo es un estado vital, que acabará algún día y, como una energía, se transformará y dará paso a otro estado.

Los duelos se acompañan. Y aquí es donde está la gente que os quiere… acompañándoos.

En vuestra “nueva vida”.

https://torneigjanvergesblanch2016.wordpress.com/


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23/02/2016 Terapias

El autoconocimiento es una vía de exploración emocional y de curación psicológica. Son muchos los beneficios de conocer las propias carencias, limitaciones, necesidades .. pero también los activos, potenciales, recursos .. conocerse en definitiva es cuidar de uno mismo y eso implica vivir más y mejor; no se puede recibir como un imperativo pero si como una invitación.

Conocerse puede vivirse como examinarse, un ejercicio de introspección, y a veces puede ser duro y difícil porque uno no puede esconderse en uno mismo. Pero también resulta revelador y liberador, porque aquí es donde uno empezar a cambiar y a ganar en autodeterminación y autonomía.

No todo el autoconocimiento es racional, hay una aspecto intuitivo y abstracto que gobierna nuestra vida emocional, y para llegar a esta parte inconsciente necesitamos la ayuda de un psicoterapeuta, alguien que sabe cómo funciona; y esto también es autoconocimiento.


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23/02/2016 Actualidad

Parece que el mundo se divida entre lo interesante y lo aburrido.

El aburrimiento es la experiencia desagradable de querer involucrarse (sin conseguirlo) en una actividad que resulte satisfactoria.

Aburrirse es “una emoción humana inevitable”.

Debemos aceptarlo como algo legítimo y buscar modos de sacarle partido. Necesitamos tiempo muerto y alejarnos del bombardeo constante de estímulos que nos viene de todas partes. Poder disfrutar de tiempo para reflexionar, para producir, para crear..

El aburrimiento es un mecanismo evolutivo al que no debemos renunciar. “En un sentido darwiniano”, explica en su libro, “se trata de una emoción adaptativa diseñada para prosperar, es la antesala de la creatividad”. Cuando estamos aburridos buscamos nuevas salidas, casi siempre mejores que las disponibles.


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09/04/2015 Terapias

La inseguridad, los miedos, el estrés o incluso la depresión pueden tener relación con una falta de autoestima. Tener una alta autoestima no es pensar que somos mejores que los demás sino que tiene ha ver en creer en firme (o saber procurarse lo) que uno tiene los recursos y las habilidades necesarias para afrontar los retos y desafíos que nos presenta la vida. También hace referencia a la capacidad de autocuidado, autoevaluación y autoconocimiento.

Adquirir o mejorar estos aspectos ayuda a conseguir los objetivos que nos proponemos


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16/12/2014 Actualidad

¿Pero qué dices?? Si hasta es un pecado capital!!! Acción, acción!! Hablamos de pereza física, mental, existencial, espiritual.. La pereza nos hace huir de todo lo que no sea productivo, lo que no tenga un beneficio seguro, a corto plazo y sustancial. Es el arte de postergar: por qué hacerlo hoy si lo puedo hacer mañana.., poca motivación y interés, es la no acción y se asocia con la comodidad y la renuncia de algo costoso a cambio de evitar el esfuerzo. A veces puede ser considerado un rasgo de carácter y otras un síntoma de depresión, apatía, tristeza..

¿Y dónde está el guiño? Yo diría que en la necesidad y conveniencia de parar, permitirse por un momento “no hacer nada”.  Ante esta vorágine de presiones en que lo único válido es la acción-proacción-reacción, ensayo-error, la inmediatez como lo único que vale la pena, el tiempo, un tiempo libre lleno absolutamente de ocios.. y nos oímos: “Vaaaa, no seas perezoso…”. Descansar, relajarse, meditar, pensar.. Del silencio nace la música, el enunciado, la voz, la escucha, el pensar y las ideas.


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09/12/2014 Terapias

La CULPA se siente cuando uno ha hecho algo negativo y funciona como alarma, para corregirse, modificar la conducta, reparar los daños… es decir, hace actuar. En cambio, el SENTIMIENTO DE CULPA paraliza e invade a la persona, es una de las emociones más destructivas porque hace que la persona esté constantemente pensando en si sus actuaciones han sido correctas o no, en si sus palabras tendrán mayor o menor transcendencia, en el tan dichoso “que dirán”… aspectos que abarcan todo su pensamiento y que no le dejan desquitarse de ese sentimiento tan pesado. Y no puede reparar nada porque en realidad nada ha hecho


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06/07/2014 Actualidad

Lo que pensemos que va a pasarnos, inconscientemente haremos lo posible para amoldar la realidad a nuestra idea, y hacer que se cumpla. Y no tiene que ver sólo con lo que deseamos que nos ocurra, sino con nuestras creencias más profundas, es decir, también con nuestros temores, miedos, certezas, etc. Las profecías autocumplidas, entonces, son un arma de doble filo y pueden actuar tanto para bien como para mal: nuestra actitud y creencias ayudan a determinar cómo nos van a ir las cosas.

La profecía autocumplida es como una trampa que nos hacemos a nosotros mismos. Por ejemplo, cuando tememos exponernos a una situación, podría darse que nos enfrentemos  a ella con una actitud tan defensiva, incluso adoptando una comunicación no verbal que haga distanciarse de los demás, que, efectivamente la situación acabará siendo decepcionante pero no por las razones que uno tiene en la cabeza como certezas, sino porque inconscientemente, uno ha contribuido en que eso sea así.

Finalmente, el mensaje que obtenemos de dicha experiencia, es que, en efecto, sucedió todo como habíamos previsto, y ésta conducta se refuerza, afectándonos y creyéndonoslo cada vez más.


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